Esto fue lo que Pérez Lasa le dijo literalmente al portero sevillista Andrés Palop. Esta frase se produjo en una conversación entre ambos cuando se encontraban abandonando el terreno de juego. El colegiado se dirigía al capitán del Sevilla haciendo alusión a la jugada que instantes antes, en el último minuto del partido este había protagonizado. Como ya hemos comentado anteriormente en este blog, Palop agredió a David Villa una vez atrapado el balón dejandole marcados los tacos en la espalda, jugada que sin duda hubiera provocado la expulsión del guardameta valenciano y un penalti que podría haber permitido la igualada del conjunto Ché.
Las cámaras de televisión grabaron estas imágenes aunque ningún medio se percató de la frase y ha sido el equipo de este blog el que se ha dado cuenta de la poca vergüenza del colegiado que con sus palabras demostró su falta de valentía y determinación al ver lo ocurrido y no tener valor para sancionarlo como corresponde.
A esto hay que añadir unas manos del sevillista Zokora que debieron significar la segunda cartulina amarilla, acción que reclamó el presidente del Valencia CF en una entrevista post-partido.
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