Cuando David Villa hizo su último gol contra Liechtenstein empezamos a pensar en que el otro siete de España iba a superar al siete de siempre, el de antes. Sin embargo, ya llevamos dos partidos y nada más que tiros al palo, al larguero, al palo derecho y al palo izquierdo, incluso cuando ha tenido la puerta vacía como el viernes contra una Lituania que parecía mentira que esos once jugadores y Sabonis hayan nacido en el mismo país.
El gol número 44 que no llega y los pocos goles del barcelona provoca un runrún de ansiedad que nada tiene que ver con la realidad. En el barça el problema no es que falte gol, el problema es de exceso de recreación, quieren entrar con el balón hasta el fondo lo que provoca que a veces ni tiren. Sin embargo, en la selección que es lo que más nos preocupa a todos, ocurre que simplemente hay mala suerte: como dice hoy Relaño en su editorial, Villa ha rematado 17 veces a puerta, y cuatro han sido palo. El gol ya va a llegar, el problema sería que no pudiera disparar, entonces sería para preocuparse, pero con los tiros que hace, lo único que nos cabe es esperar, el gol llegará.
Si en el Camp Nou falla Villa, queda Messi como goleador y también Pedro. En la selección tenemos una suerte que Guardiola envidia y parece que quiere conseguir: Fernando Llorente, Silva... Llorente se está convirtiendo en el nombre del mercado de invierno para barça y madrid y no es para menos, en 11 partidos ha conseguido 6 goles: un gran promedio de goles (0,54 goles por partido) para un jugador que no es titular, todo hay que decirlo, no por falta de calidad sino porque los que hay delante son de lo mejor del mundo, o lo mejor sin comparación posible.
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